lunes, 16 de enero de 2012

***

"Y sus ojos quizás cuenten los mil veranos congelados de soledad,
Quizás narren con miradas: Esperanza y sentimientos intactos...
Y sus suaves y delicadas manos, relatarán con caricias experiencias de antaño.
Recorrerán caminos desconocidos, pero sin temor alguno, serán guías de tan lejanas comarcas...
Paso a paso sus besos contarán en silencio, los deseos que la noche trae.
Cada temor alguna vez pensado o imaginado, seguramente se perderá.
En susurros de placer sus cuerpos recibirán el alba sin ningún resquemor.
Poco a poco y lentamente sus parpados caerán en un sueño profundo,
donde lo irreal no superará lo vivido entre sabanas..."